Reseña:
“The young elites”
de Marie Lu.
Datos:
Título original: “The young elites”.
Año de publicación: 2014.
Trilogía: The young elites #1.
Siguiente libro: The rose society.
Reseña: Después de
que la Fiebre sacudiera al mundo, muchos murieron, muchos se salvaron y muchos
otros portan cicatrices. Estas cicatrices varían, algunos tienen el cabello de
otro color, otros manchas en sus rostros. Adelina Amouteru tiene el cabello
plateado y solo un ojo por culpa de la fiebre. Pero lo peor que esta dejó fue
una división en la sociedad: aquellos que no tienen marcas discriminan y alejan
a los que sí, pensando que son demonios; esto dificulta mucho el trato con
otras personas e incluso la economía, ya que los que no han sido afectados no
quieren comerciar con Malfetos o los que tienen parientes Malfetos, como es el
caso del padre de Adelina.
Adelina
nunca tuvo una buena relación con su padre desde que la fiebre pasó y su madre
murió, dejando a Adelina y su hermana, Violeta. Y cuando su progenitor quiere
venderla a un hombre, decide escapar. A pesar de huir de su casa sin ningún
problema, su padre la encuentra y decide que ya no será un estorbo, pero una
oscuridad que proviene dentro de la ira y soledad de Adelina, provoca su
muerte, ahora sí dejándola huérfana.
Huye
muy lejos de casa para no ser encontrada por la Inquisición, una organización
que se encarga de matar a los Malfetos. Pero al final, terminan por
encontrarla. Después, todo está planeado, el día de su muerte se acerca y
Adelina espera su final en una celda. Pero cuando el día llega, no es lo que
esperaba, un grupo llamado Los Jóvenes Elites, la salva de su muerte atroz.
Al
principio no entiende por qué ellos querrían salvarla, pero Enzo, su líder, le
pide que se unan a ellos en contra de la Inquisición y el Gobierno. Los Jóvenes
Elites son al fin y al cabo, personas afectadas por la fiebre que poseen
cicatrices personales y diferentes poderes, como Adelina; que quieren destruir
a la Inquisición.
Tras
aceptar unirse al grupo y entrenar junto a ellos, Adelina piensa que las cosas
irán mejor, pero no es así, Teren Santoro, líder de la Inquisición, afirma
tener a su hermana y quiere que Adelina trabaje para él como espía. Pero más
que luchar contra él, tendrá que luchar contra sí misma, ya que la oscuridad en
su interior amenaza con consumirla y a todo lo que la rodea.
Opinión personal: Admito que no
recordaba el nombre de ningún personaje, ni siquiera el de la protagonista, así
que tuve que consultarlo antes de hacer la reseña. Así de poco me gustó el
libro, me pareció un asco. Fin. No, bueno. Hay pocos puntos a favor, y solo
porque mi razón los ve, porque mi corazón odia el libro.
Después
de leer “Legend” de la misma autora que esta novela, y que me encantara tanto
(siendo la única trilogía en estar en mi top de mejores libros del 2016) quería
leer todos los trabajos de Marie Lu, pero ahora no estoy segura.
Comencemos
por la trama. Desde el inicio tiene un ritmo muy apresurado que no te deja
absorber los detalles con tranquilidad, todo pasa en un pestañeo. Esto, por
suerte en este caso, agiliza la lectura, pero no sirve para nada más. Lo que
destaco de la trama es que tiene buenos giros y ni una sola vez pasó algo que
yo esperaba que pasara, todo es impredecible, y aun cuando armaba hipótesis en
mi cabeza de lo que podría pasar, nunca daba con la verdad. Este es un punto a
favor.
Otro
punto a favor es la originalidad del personaje de Adelina, pero esperen, solo
un rasgo me pareció original, ya que nuestra protagonista es de esas chicas que
yo llamo: «las que se quieren hacer las fuertes y malas y son más suave que el
pelaje de un gatito». Este único punto original es que ella no es una heroína y
no quiere ayudar a los demás, es una anti heroína que solo quiere ayudarse a sí
misma, y ocasionalmente a su hermana, Violeta. Adelina es un chica que solo
quiere un lugar en el mundo y no sentirse jamás sola, pero llega un momento que
se hace pesado, porque es bastante arrogante. Sí, no la entiendo muy bien. Un
momento llora por estar sola y al siguiente trata mal a los que la rodean; es
como: «oh, que sola estoy. ¡Soy mejor que tú!». No hay mucho para resaltar de
ella porque siento que no llegué a conocerla, fue muy cambiante todo el libro y
siento que eso, más que darle profundidad al personaje, me mareó.
No
creo que ningún otro personaje se haya destacado como para mencionarlo, pero
bueno, allá vamos.
Se
supone que Enzo, el líder de los Jóvenes Elites, es despiadado y un verdadero
líder. Pero su insta-love por Adelina hace que deje de lado a sus compañeros de
hace mucho tiempo solo por ella, para perdonarle sus faltas en vez de
castigarla como haría con cualquiera. No aparece mucho en el libro, la verdad,
y me gustaba hasta la mitad, más o menos, cuando decide besar a Adelina.
¡ES
QUE ESE AMOR ESTÁ PUESTO CON CALZADOR! Es peor que el insta-love de Watson. No
sé en qué momento pasaron un tiempo juntos para conocerse o algo, pero ellos se
aman, cuidado que se aman. ¿Pero qué mierda, Marie Lu? Después de crear una
pareja tan linda como June y Day, que si bien no estuvieron ocho años
conociéndose, pero sí que pasaron al menos sus semanas juntos. Señores, una cosa es que te guste alguien y
eso está bien, digo, a cualquiera le puede pasar el ver a una persona y sentir
atracción, pero no amor, no me jodan. Bueno, me calmo.
Después
tenemos a Teren Santoro. Dentro de todo, los demás personajes no son blanco o
negro, no son totalmente buenos o malos, pero Teren es malo en serio. Quiero
decir, no es que sea el más malo de todos, pero hace cosas que yo pensaría que
aun siendo parte de la Inquisición y tal, no haría. Pero así es él, solo quiere
poder y matar a la gente. Sin embargo, en ocasiones me resultó patético, como
si fuera un niño haciendo berrinches.
Por
último mencionaré a Raffaele, el único personaje que me ha gustado. Raffaele es
quien recluta a los Jóvenes Elites y quien los entrena. Es un personaje
carismático, pero muy reservado y aunque Adelina no lo cree, letal. Si hay algo
que todos los personajes en el libro comparten es el egoísmo, el buscar solo
por sí mismos, y en eso Raffaele no es la excepción.
Luego
están los otros Elites, pero ninguno provocó nada en mí, ni odio, ni amor, ni
fastidio, simplemente están allí.
Con
referencia a la escritura, es súper normal, más bien austera y sin ningún tipo
de profundidad. Faltan muchas descripciones de lugares, momentos, escenas,
personajes. Después de haber publicado una trilogía, me esperaba mucho más de
la autora. El final no estuvo taaaaan mal, deja una enorme entrada para el
libro siguiente y es lo único que me generó curiosidad en todo el libro; no
quería leer los siguientes dos libros hasta que llegué hasta el final, pero no
es que sea mucho tampoco, apenas me generó un poco de curiosidad por ver que es
lo que pasa.
En
fin, el primer libro que leí en el año es un asco.
Nos
leemos.
Valentine.
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